Cuando me desperté por la mañana, creí que se me iba a caer el mundo encima. !Las once de la mañana y todavía en la cama! No quería pasarme más de lo necesario en esa maldita ciudad !Y me quedaba dormida!.
Una ducha rápida, un desayuno express por el que tuve que pelearme con el camarero, negándose a darme nada después de las diez y una moto esperándome en el lugar que la había dejado el día anterior, mi hermosa harley me esperaba ansiosa de ser montada.
Saqué mi pequeña maquinilla de la organización y pulsé varias veces seguidas su pantalla mientras me ponía el casco. Varios pitidos y la imagen de un radar apareció, esperando ansiosa a que la siguiera.
!Vaya! Iba a ser más rápido de lo que yo pensaba encontrar ese medallón. !Aún no me había movido y ya había recibido su señal!. Una sonrisa se esbozó en mi rostro cuando arranqué la moto y me puse en marcha.
Mi cara se desencajó cuando vi el lugar donde parecía estar el medallón, un palacete con las puertas cerradas de las más altas cunas de la ciudad. Busqué con la mirada a alguien a quien preguntar y encontré a un guardia sentadito en una silla, sin hacer lo que debía hacer. Vigilar.
- Disculpe. ¿Sabe de quien es este palacete?.- Alzó la mirada, me miró de arriba a abajo evaluándome, primero mis cabellos negros, mis ojos verdes, mis labios carnosos, mi cuello desnudo, mi escote pronunciado y mis ajustados pantalones. Realmente valía la pena contestarme.
- Es del señor Rodewell, esta noche hará una gran fiesta y por eso está cerrado. Lo están arreglando todo.-
- ¿Una fiesta? ¿En honor a que?- El guardia parecía dubitativo, pero al final mi pestañeo incansable pareció vencer.
- Primero una cena, luego un baile y por último la subasta de una reliquia familiar, pero no se lo digas a nadie. No queremos paparazzis.-
- Oh... comprendo... No se preocupe.- Esbocé mi más simpática sonrisa e hice un movimiento de cabeza como agradecimiento.
- No querrás ir a tomar unas cervezas conmigo, ¿verdad?.
- Verdad.-
Me alejé en dirección a mi moto, me senté y marqué varios números seguidos en mi teléfono móvil.
- ¿Tío?... Si soy yo... Necesito que me metas en la lista de acceso a la fiesta del señor Rodewell. Ajá.. Y creo que tendré que usar la tarjeta de crédito... No te preocupes... Lo sé...-
Ese era el momento favorito para ese tipo de trabajos.. !IR DE COMPRAS!. ¿A que mujer con tarjeta de crédito no le gusta eso?
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Ese era el momento favorito para ese tipo de trabajos.. !IR DE COMPRAS!. ¿A que mujer con tarjeta de crédito no le gusta eso?
ResponderEliminarEso me ha dejado valdado xD Me gusta. Vas a poner la historia de la Ladrona y el Guerrero desde la perspectiva de Iván?