martes, 10 de marzo de 2009

*La ladrona y el guerrero* Aira

La ciudad se encontraba llena aquel día, la gente de los pueblos vecinos iban llegando al lugar en pequeños gupos que luego se dispersaban para disfutar de las fiestas.
Los más pequeños acompañados de sus madres se acercaban a los bufones y trovadores que llenaban las calles de canciones e historias. Los hombres participaban en las peleas que se celebraban en diferentes puntos de la localidad para demostra cual de todos ellos era el más fuerte. Los jóvenes aprovechaban las distracciones familiares y desaparecían de los lugares transitados, para encontrarse con sus amados.
La música envolvía las calles que resultaban ser un hervidero de ladrones que deseaban hacer un buen negocio. Las denuncias de robo se volvían habituales durante aquellas épocas, pero mucho de los delincuentes jamás eran capturados.
...
Una mano tiró con suavidad de un pequeño cordel y la bolsa de cuero cayó con suavidad dentro del bolsillo interior de una capa blanca, apenas segundos después, otra bolsa caía en el mismo lugar.
La encapuchada avanzó por la ciudad hasta detenerse en una maltrecha taberna, en la que se adentró con paso lento. Un rápido movimiento y la capucha cayó hacia atrás dejando escapar una larga melena pelirroja en enormes rizos.
- ¿Ya has vuelto Aira? Hoy es uno de los días que más trabajo tenemos en el año y ¿ya has regresado?- La joven alzó la mirada y observó detenidamete a la tabernera.-
- Tengo suficente por hoy.- Aira hizo resonar con suavidad las bolsas llenas de oro que había conseguido en la mañana.- Igualmente ahora iré a jugar al poker.
- ¡Que tiemblen las mesas de las tabernas! ¡Ahí va Aira!-
La joven pelirroja suspiró y pidió un vaso de leche, ya que no le gustaba el alcohol y la última vez que lo había probado... Un recuerdo la hizo temblar intentando olvidar ese recuerdo mientras se alejaba a una de las mesas escondidas en las sombras, lejos de las llamas de la chimenea.
Cuando salió a la calle fue la primera vez que le vio, los clamores envolvieron la plaza cercana a la taberna.
- ¡Es el quinto!- Gritaba alguien entre las multitudes.
Aira se acercó curiosa y lo observó, aquel joven tenía un cuerpo fuerte y en su rostro se mostraba una sonrisa fría, parecía que sabía desde un principio cual iba a ser el destino de la siguiente pelea. El golpe del cuerpo al chocar al suelo fue sonoro y estuvo acompañado por un "uhhhh".
Aira aburrida de aquellas absurdas peleas se colocó la capucha y avanzó mientras preparaba varios ases en su capa.

lunes, 9 de marzo de 2009

*El cazador cazado* Última parte

Damian observó con cierta alegría el lugar que segundos antes había ocupado y que ahora se encontraba siendo atravesado por la espada del ángel. El joven descendió y se apoyó en el tejado contiguo.
La mirada de Gabrielle seguía tan impasible como en el principio. La misma mirada de entonces.
El cuerpo del joven tembló de ira al darse cuenta de la impotencia que sentía. Giró sobre si mismo y comenzó a correr, intentando alejarse lo máximo posible de aquella criatura maldita, o al menos eso fue lo que pensó ella.
Gabrielle soltó una risita mientras se impulsaba para perseguirle.
- Si la presa no huye, no es divertido...No seas como tu abuelo... que ni siquiera pestañeó cuando mi amada espada le devoró.-
Damian se detuvo con brusquedad, cerró los ojos y esperó. Su olor cada vez se encontraba más y más cerca,su respiración regular pronto le resultó perceptible a sus oidos, incluso, supo diferenciar el ruido dela espada cortando el aire.
El joven se agachó en el último momento, se giró y el tiempo pareció detenerse, la espada negra atravesó el aire, anticipándose a cualquier movimiento de su contrincante. Los ojos de Gabrielle se abrieron de par en par cuando la espada atravesó su pecho con brusquedad, el miedola hizo temblar mientras su cuerpo era absorvido por el metal.
- ¡No! - Una pequeña explosión y las alas de la joven se separaron en cientos de plumas grises que llenaron el oscuro cielo.
Damian cogió una de esas plumas y la observó antes de dejarla caer a la carretera húmeda.
- Con los años, el rey de los depredadores debe prepararse para ser superado por alguien más joven y fuerte. Gabrielle... tu equivocación...- Observa la hoja de la espada que parece brillar con más fuerza ahora que ha comido.- fue pensar que eras más fuerte que yo.

*El cazador cazado* Tercera parte.

- ¿Qué soy?- El niño miraba con temor la espada que descansaba sobre sus rodilla. Su abuelo lo observaba con semblante serio, como si estuviera buscando las palabras más adecuadas.
- Damian, tú eres un guerrero, un cazador de la sociedad...-
- ¿Un cazador?-
- Una raza destinada a matar, o morir.- Una extraña fragancia que no había percibido hasta aquel momento le llamó la atención, el anciano olía a ... ¿Sufrimiento?- Somos atraidos por la fragancia de aquellos que son igual que nosotros y guiados por la sed de sangre que tienen nuestras espadas...-
- ¿Matar?.- El anciano se contrajo sobre si mismo como si luchara contra algún tipo de impulso... el olor del niño era demasiado potente para él... La inocencia debería de estar deliciosa...
- La vida del cazador es dura y solitaria... A partate lo máximo de los lugares muy transitados o te verás obligado a pelear... Y sobre todo... Sobrevive... - Como si supiera lo que estaba apunto de ocurrir, en su mano arrugada apareció una esfera blanca que se convirtió lentamente en una larga espada.
Y entonces llegó... aquel olor a Rosas y muerte...
El anciano observó con semblante serio a la encapuchada que se encontraba ante él...
- Damian... ¡Lárgate!- El niño intentó obedecer y salir corriendo, pero la espada le mantenía en el lugar sin poder moverse, las lágrimas surcaron sus mejillas.
El grito desgarrador del niño envolvió el patio cuando la espada de la encapuchada atravesó el pecho de su abuelo. No hubo sangre. La espada con un grito de victoria devoró el cuerpo de su contrincante.
Aquellos ojos, lo más azules que nunca había visto... jamás los olvidaría...
La encapuchada se marchó por donde había venido mientras susurraba "No me mancharé las manos por cazar cachorros, pudiendo cazar presas de verdad..."
Algunos años después, en uno de sus muchos viajes por el mundo, haciéndose más fuerte, Damian descubrió quien era ella, en aquel mundo de peleas era muy conocida por la velocidad con la que mataba a los espadachines más experimentados. En la pirámide de los cazadores, ella era la cúspide.
Gabrielle, el ángel maldito.

sábado, 7 de marzo de 2009

*El cazador cazado* Segunda parte

Las espadas entrechocaron con fuerza y ambos fueron empujados hacia atrás con brusquedad, la respiración de Damian comenzaba a agitarse en cambio ella, seguía impasible, como si se tratase de uno de aquellos infelices que dormían bajo el poder de la magia y eran ajenos a toda pelea.
- No soy el de aquella época-Susurró él, y se encogió sobre si mismo y impulsándose hacia arriba, su cuerpo salió disparado hacia el techo, el cual abrió con facilidad anteponiendo la espada... "El material más duro que jamás puedas conocer es el material con el que se forjó esta espada."
Damian se apoyó en el tejado con suavidad y preparó su arma. Un ruido sordo le hizo girar velozmente sobre sus pies y detener el golpe de Gabrielle.
Su cuerpo se petrificó cuando sus ojos la vieron, de la espalda de la joven nacían dos emplumadas alas que seguramente en antaño fueron blancas, pero que ahora, eran de un color gris sucio.
Él saltó nuevamente sobre ella, pero lo único que logró fue ejercer demasiada fuerza y que la espada se clavara en el tejado cuando ella le esquivó alzando el vuelo.
Levantó la mirada y la observó. Realmente, en el cielo, con sus alas ergidas, sus cabellos ondeando y la espada empuñada, parecía un angel... Por ello tal vez, la conocían como el ángel maldito...
Y su mente viajó durante unos instantes entre los pasillos de los recuerdos...

*El cazador cazado* Primera parte

El ruido chirriante de la oxidada puerta del local llamó la atención a los presentes, la lluvia caia sin dar ni un solo segundo de descanso, empapando a todo el que osaba salir de la protección de un techo, y el recién llegado no parecía una excepción.
El joven que acababa de llegar sacudió la cabeza para quitarse algo de la lluvia que le había mojado, aunque lo único que consiguió es que las mesas más cercanas gruñeran enfadadas.
Alzó la mirada lentamente, aspiró con fuerza y otra vez ocurrió, ese embriagador olor, único, que había sobrevivido durante generaciones, rosas y muerte unido en un mismo perfume.
Una rápida mirada al local, su mirada se detuvo en una figura, al final de la barra de madera, donde la luz brillaba por su ausencia.
El joven avanzó con paso decidido hacia la figura, apartando a los borrachos que se cruzaban por delante, hasta que la pudo ver con claridad. Una joven se encontraba sentada en aquel rincón, sus cabellos negros caían lacios sobre sus hombros, sus manos blancas aferraban como si temieran perderla una copa casi vacía de lo que hacía unos minutos podría haber sido cocacola con algún licor y sus ojos... Eran los más azules que él jamás había visto. Apenas un paso más y la joven clavó la mirada en él, la respiración se le entrecortó, como si alguien le estuviera apretando el pecho y no le dejara respirar, ese olor a rosas y muerte le embriagaba .
- He venido a buscarte, Gabrielle...- Apenas un segundo y ella se encontraba en pie, dejando ondear sus cabellos.
- No deberías haber venido Damian...- Las piernas del joven comenzaron a temblar, la mirada de tranquilidad que le observaba estaba poniendo nervioso.
La joven alzó con suavidad la mano y varias pulseras resonaron en sus muñecas, una esfera azulada apareció en ella, una espada con la hoja azul y empuñadura dorada destelleó antes de ser blandida con fuerza.
- No se debe cazar a presas mayores, porque sino, el cazador puede ser cazado...- Aquella voz melodiosa envolvió el lugar y poco a poco los presentes parecieron caer dormidos, ajenos a lo que estaba ocurriendo.
Damian movió la mano lentamente y una esfera negra apareció en ella, similar a la de Gabrielle, poco después fue sustituida por una espada que aferró con ambas manos, la hoja negra pareció gritar sedienta de sangre.
- ¡Dejarás de ser un mito Gabrielle!-
Y él se lanzó sobre ella...

*La historia de Tatiara* Epílogo



El fuego de las hogueras no se encencieron para aquella ocasión, todos los presentes se encontraban en silencio, observaban a la niña de cabellos rubios con tristeza. A penas quince personas de lo que en antaño fueron.
- Creo que lo mejor es que nos separemos.- El joven Gerie,que aquel día fue a buscar a Tatiara había tomado la palabra.
- Sí, después de lo ocurrido, es una deshonra llevar el nombre de Nenshú.- Aquella frase se clavó en la mente de la niña como agujas.
Cuando cayó la noche la mayoría ya se habían marchado, Tatiara se encontraba sentada a la orilla del río.
- Vente conmigo Tatiara.- Gerie le sonreía de forma triste.- No creo que sea buena idea dejarte sola después de todo lo que ha ocurrido.- Silencio...
- Venga, vámonos- Silencio...
- ¿Tatiara?- El joven intentó agarrar a la niña y zarandearla para hacerla volver en sí, pero su mano traspasó su cuerpo como si se tratara de agua.
- Así que ya has tomado tu camino...- La imagen comenzó a desaparecer lentamente.- Suerte... Lider, espero que algún día nos vuelvas a unir bajo un mismo estandarte...-
....
Y una canción resonó no muy lejos de allí de los labios de una pequeña encapuchada maldita, en cuya espalda descansaban dos afiladas hachas.
- Somos Nenshú, en sangre y alma, somos reyes de magia y armas...




(Y con esto damos fin a la infancia de Tatiara... la madurez es algo abstracta y con poca estructura... así que aquellos que quieran saber que hizo, fuera de la historia, pueden preguntármelo, porque no hay historia de ello :) Muchas gracias por vuestra atención)

*La historia de Tatiara* Capítulo 6

-Nada... - Mintió la niña dando un paso hacia atrás.
- ¿Que has visto?- En el rostro de su padre, no había enfado ni ira, y aquello la atemorizó más, seguía encontrándose aquella sonrisa tierna... Las lágrimas comenzaron a surcar las mejillas de Tatiara, quién agarró con fuerza las dos hachas de su espalda al ver que su padre se acercaba con paso amenazador hacia ella, con la espada alzada.
- ¡Tú has matado a Dan! ¡Tú fuistes el causante de que las sombras llegaran al poblado!-
- Lo he echo por ti, no es justo que heredes un poblado con débiles en los que la magia apenas se encuentra latente, esas mujeres que tras la primera muerte comenzaron a temblar, esos niños que lloraban por la noche, no eran verdaderos Nenshú, ¡ahora podrás heredar un pueblo fuerte! Dan y el hechicero intentaron detenerme, ¡Descubrieron mis planes! ¡No podía dejar que impidieran que la Tribu se fortaleciera!-
- ¡Te odio!- Una extraña fuerza invadió a la niña, una sed de sangre inhumana se apoderó de ella y ocurrió algo que ni ella misma comprendía años después. Cerró los ojos y se dejó llevar. El jefe de la tribu observó con horror el poder de Tatiara. Un aura roja, casi sanguinolienta la envolvía, varias voces parecían salir del interior... Sus hachas de madera se convirtieron lentamente en hierro con extrañas runas y sus manos fueron guiadas por aquellos que habían fallecido bajo las sombras.
Dan guió sus hachas mientras susurraba al oído de Tatiara: "Pronto... todo acabará..."
...
Cuando volvió a abrir los ojos, su padre se encontraba arrodillado ante ella, su rostro desmarcado y su pecho atravesado.
- Maldita...- Gruñó él haciendo un gran esfuerzo para poder hablar, atragantándose con su propia sangre.- Yo te maldigo hija de las sombras, revivirás mi muerte, revivirás en tu piel este momento, se te abrirán mis heridas y sentirás mi dolor. Revivirás este día durante semanas, meses, años... ¡Siglos!. Cada vez que sientas el miedo que has sentido hoy... ¡Yo te maldigo criatura de las sombras!- Y dio su último suspiro cayendo de bruces al suelo..
Tatiara se dejó caer de rodillas, sin fuerza, vio con terror que sus manos se encontraban manchadas de sangre, que sus ropas no eran más que harapos y que a su lado ya no se encontraba Dan. No recordaba lo que había ocurrido durante el enfrentamiento.
Miró al cielo y vio con cierta alegría qe la oscuridad se iba disipando poco a poco y que el sol volvía a brillar.
Un extraño humo envolvió el poblado... Las sombras estaban desapareciendo con la llegada de la luz. Todo había acabado... por fin.

viernes, 6 de marzo de 2009

*La historia de Tatiara* Capítulo 5

Tatiara cerró los ojos furiosa consigo misma, pero los tuvo que abrir rápidamente, la imagen de su hermana y Dan sin vida ante ella la atormentaban.
Se encontraba mal, muy mal... Conocía perfectamente a Dan y era imposible que él hubiera traicionado a la tribu. Él era un verdadero Nenshú, ni siquiera había pestañeado cuando el arma de su padre se había acercado peligrosamente a su cuello.
Desde su muerte, ya no había nadie que detuviera los espasmos de Tatiara causado por los silbidos de las sombras, siempre acababa tirada en algún rincón, con los ojos en blanco y temblando mientras decía cosas sin sentido.
El temor en la tribu cada vez era mayor, las tres o cuatro mujeres que aún seguían vivas, habían decidido huir con sus hijos y parejas... Pero nadie supo que fue de ellos tras traspasar el campo que supuestamente protegía los terrenos de los Nenshús.
Aquella noche a Tatiara se le hizo tarde, había estado entrenando todo el día con varios jóvenes y niños más, preparándose para la gran batalla.
Caminó serpenteando las tiendas, cortando camino entre ellas y fue entonces cuando lo vio. Su padre se encontraba allí, hablando con una de ellas. ¡Una sombra!. La presencia de la niña no pasó desapercibida, la sombra desapareció y el lider de la tribu se giró mirándola al principio con cierta ira y luego de forma cariñosa.
- Tatiara... ¿Qué has visto?

*La historia de Tatiara* Capítulo 4

Durante días su única motivación era practicar y mejorar su dominio de las armas, aunque sabía que sus hachas eran de madera y que no tendría fuerzas para acabar con una sombra, era lo único que la mantenía con vida.
Un joven superviviente se acercó a ella con paso lento, lo reconoció nada más acercarse, él había sido el último en sufrir una pérdida, su comprometida había aparecido la noche anterior en su lecho con el rostro desgarrado.
- Tu padre te llama, parece importante...- Su voz no era más que sufrimiento contenido...
Tatiara se secó el sudor de la frente y con paso decidido se encaminó hacia la tienda principal, cuando corrió la lona y se adentró en la oscuridad, encontró algo que ni a sus peores enemigos jamás hubiera deseado.
Dan se encontraba arrodillado y maniatado ante su padre, sus cabellos rebeldes enmarcadan su mirada desafiante. El arma del lider se balanceaba hacia delante y hacia atrás, esperando dar la estocada final.
- ¡Él es el culpable! ¡Él nos ha vendido!.-
-No...- Apenas un tartamudeo de los labios de la niña.
- Él es el causante de la muerte de Keia, dejó paso a las hombras y les enseñó como traspasar nuestro escudo, ¡Nos ha dejado indefensos ante ellos!- Dan mantuvo la mirada desafiante a su atacante y ni siquiera pestañeó cuando la hoja del hacha atravesó su cuello.
Los gritos de Tatiara atrajeron a los habitantes del poblado. La sangre bañó el suelo y las manos del asesino mientras las lágrimas corrían por las mejillas de la niña.
-¡Asesino!- Tatiara corrió hasta el cuerpo sin vida de su amigo y compañero, dejó caerse sobre él y allí estuvo, hasta que algunos Nenshús quitaron el cuerpo sin vida de allí.

jueves, 5 de marzo de 2009

Hoy no hay más mundos.

Por asuntos personales, no nos andemos por las ramas, por temas escolares [mañana tengo un examen]. Hoy no voy a poder actualizar ni escribir nada nuevo. Pero os prometo que mañana continuará la historia de Tatiara y a lo mejor, ¡mi imaginación tome alas y nos sorprenda a todos!.
Gracias por vuestra atención :D.

miércoles, 4 de marzo de 2009

*La historia de Tatiara* Capítulo 3

El miedo se apoderó de Tatiara. Cada vez que escuchaba el silbido de las sombras sus ojos se inyectaban en sangre y alguien tenía que retenerla pues comenzaban los espasmos.
Casi siempre era Dan quien la rodeaba con sus brazos. Desde la muerte de Kiria, él no se había separado ni un solo momento de Tatiara.
Aquella tarde la apartó de la tribu y la guió hasta el río. Todo el mundo sabía, que ambos serían los herederos de los Nenshús, así se había decidido tras su nacimiento y así lo habían aceptado ellos.
La niña se dejó abrazar or aquellos brazos cálidos y permitió que la mano de su compañero le quitara un mechón rubio de cabello que caía sobre su rostro.
- Pronto se solucionará todo... y cuando eso pase tú y yo nos casaremos. Me da igual que aún seamos pequeños- Tatiara alzó la mirada, lo cierto era que Dan ya tenía edad para comprometerse, pero había preferido esperarla a ella.- Pero nos vamos a casar...
Se observó en el agua del río. Sus ojos se encontraban rojizos opr el llanto que desataba cada noche, sus cabellos rubios enmarañados, las dos pequeñas hachas que descansaban en su espalda raidas por la falta de uso... Había dejado de lado muchas cosas desde que su hermana había muerto, y no podía seguir así.
La pequeña le dió un suave beso en la mejilla a Dan, y con paso decidido se encaminó hacia la zona de práctica.
Se iba a hacer fuerte e iba a acabar con todas aquellas malditas sombras, luego se casaría con Dan y todo volvería a la normalidad.

La cuentacuentos, Yo.

Bueno, voy a hacer una pequeña pausa en la historia de Tatiara, para presentarme. Dado que alomejor, algunos de los que habeis leido mis historias no me conoceis.
Mi nombre es Lara y tengo 17 años (Para los 18), soy estudiante de 2º Bachillerato tecnológico y si todo va bien, el año que viene entraré a estudiar ingeniería en Telecomunicaciones.
Soy una persona bastante antisocial, vivo en mi mundo de fantasía (de donde salen la mayoría de estas historias) y según las personas que tengo cerca, bastante pesimista y tétrica (Tal vez sea de ahí la causa de que mis historias a veces sean un poco gores...).
Soy una gran aficionada a la literatura fantástica, tanto a nivel nacional como internacional, aunque soy de la creencia que la literatura fantástica Española debería ser más conocida.
Desde siempre me ha gustado leer y escribir, pero aunque me avergüenze tengo que admitir que hasta hace poco nunca había terminado una historia.
Gracias a los años que he estado jugando a rol con cientos de personas, mi mente se ha ido volviendo más y más creativa. Porque, aunque haya mucha gente que piense que el rol es malo, te enseña a internarte en los personajes y a darles tal vida, que llegan un momento en el que sean capaces de hablar y moverse solos. Cosa que en las historias se agradece.
Llegados a este punto no se que más contar :$.
Espero de todo corazón que estas historias os trasladen a mundos de fantasía inimaginados...

*La historia de Tatiara* Capítulo 2

Después de aquella noche, el anciano no se volvió a dejar ver por el campamento, según el jefe, el viejo había huido, demostrando así no ser un verdadero Nenshú.
En los días siguientes, el cielo se oscureció aún más, impidiendo que el sol se dejara ver, unas extrañas sombras habían comenzado a deslizarse disimuladamente entre las tiendas dejando escapar un agudo silbido que destrozaba los oídos de los habitantes del pueblo.
- Padre... ¿Por qué no huimos?- Tatiara miró a su hermana pequeña, Keia apunto de echarse a llorar miraba suplicante a su padre, el cual respondió de manera fría y cortante.
- Somos Nenshús, nuestra raza no es una cobarde.- Aquellas palabras se clavaron como alfilares en la memoria de Tatiara durante años.
Desde que el viejo haía profetizado la llegada de las sombras, horribles casos habían envuelto a la tribu, cada noche que pasaba, se encontraban más cuerpos de niñas y jóvenes sin vida.
Por más que habían intentando frenar estos ataques con magia, las sombras siempre encontraban alguna fisura por la que internarse en el escudo y acabar con la vida de alguien.
Tatiara y Keia se tumbaron en el lecho que compartían desde hacia años, hicieron bromas para quitarse el temor de ser las siguientes y entonaron una antigua canción que decía así.
Somos Nenshú, en sangre y alma,
somos reyes de magia y armas,
somos señores de la guerra,
somos los amos de la fuerza.
No tememos a la muerte,
no tememos a nuestros enemigos.
Si alguien tiene que temer
que sean aquellos que ofendernos osen.
Soy valiente, soy guerrera,
soy inteligente hechicera.
Soy guerrera y hechicera.
Las sombras no me alteran...
Pero aquella canción no evitó que a media noche Tatiara sintiera una ráfaga de aire frío que la hizo estremecer. Pero estaba tan casnada del día que no tuvo siquiera fuerzas para abrir los ojos. Se giró y abrazó con suavidad a Keira, acurrucándose de nuevo.
Cuando abrió los ojos por la mañana su grito desgarró el silencio, despertando con ella a los aún vivos de la tribu.
El cuerpo de su hermana estaba allí, sin vida, con el rostro atravesado por algo extremadamente afilado que le dejó marcada una cruz y un agujero en su pecho. Le habían arrancado el corazón sin piedad.
Tatiara sintió la sangre reseca de su hermana en su propio cuerpo, las nauseas la obligaron a salir de la habitación. ¿Cómo no se había dado cuenta? ¡La habían matado junto a ella!. Dan, su mejor amigo y futuro esposo la envolvió en sus fuertes brazos mientras la alejaba del lugar. Las lágrimas de Tatiara hubieran sido suficientes para regar toda una cosecha.
Una extraña sensación comenzó a nacer en su interior... Venganza...

*La historia de Tatiara* Capítulo 1

( Primero me gustaría hacer un paréntesis para explicar lo que ahora vendrá, esta es la historia que escribí hace mucho tiempo para un personaje de rol, tal vez no comprendais algunas cosas pero es bastante interesante. Así que a leer :))
Antigua tierra de Narshal...
Los Nenshú eran una reducida agrupación de guerreros por cuya sangre latía el poder de la magia. Todo el mundo temía su poder, pues se defendían tanto con armas como con magia, el temor del resto de pueblos les llevó a alzar las tiendas al noroeste del reinado, apartados del resto de los poblados.
Tatiara era una niña por aquel entonces, su edad oscilaba entre los siete u ocho veranos cuando todo comenzó. Hija del lider de la tribu, princesa y heredera del pueblo.
Como cada tarde la niña fue a visitar al gran anciano del pueblo, le agradaba hacerle compaía pues le explicaba grandes batallas que los Nenshú habían vivido años atrás y también le contaba leyendas sobre el nacimiento de su pueblo, la unión de dos seres inhumanos, historia de la cual todos los miembros de la tribu estaban orgullosos.
Cuando Tatiara se adentró en la tienda con su habitual sonrisa y la reverencia de respeto, los gritos del Chamán resonaron por todo el lugar.
- !Niña, lárgate!- Tatiara extrañada y ofendida se marchó, mascando maldiciones hacia el viejo.
Horas después, el sol desapareció en el horizonte y todo la tribu fue llamada a la hoguera que descansaba ante la tienda del Anciano.
El chamán se encontraba sobre una masa de hielo y fuego que seguramente había creado él mismo. Él alzó las manos y con un rápido movimiento una esfera dorada apareció sobre todos ellos, la cual, comenzó a oscurecerse lentamente.
- Profetizo, aviso y os preparo para lo que está por llegar. Muerte, desastre y oscuridad se cernirá sobre nosotors. Dolor, sufrimiento y mucho miedo nos devastará. Sombras. Sombras traidas del inframundo para acabar con nosotros. Pactados por uno de los nuestros. !Ya llegan! !Es el fin! !Ya están aquí!.-
Una ráfaga de aire frío envolvió el lugar, la esfera dorada ahora ya no era más que una sombra que iba desapareciendo poco a poco, y sin ella el cielo se oscureció.
Ya había comenzado...

*El reencuentro*

La joven que se había mantenido sentada en la fuente durante toda la mañana no pudo evitar levantarse de un salto cuando le vio a él.
Con pasos temblorosos caminó hacia el encapuchado que la esperaba en silencio. Mientras ella avanzaba, muchas imágenes pasararon por su mente, tantas, como años habían pasado juntos en el pasado.
***** Flash Back ******
-!Maya, despierta!- Los gritos desde el patio de la casa hicieron que la niña pelirroja se despertara desperezándose como un gato. Luego, como si grandes sorpresas le esperaran se vistió corriendo, abrió la ventana haciéndola golpear con los muros de la habitación y simplemente saltó...
Un joven la esperaba con los brazos estirados, permitiéndole cogerla cuando estaba cayendo.
- Devie, !has venido a jugar!- Las risas de ambos se fundieron en una.
***** Fin del Flash Back ******
Maya alargó el brazo hacia el encapuchado y le quitó con mano temblorosa la capucha, unos cabellos y ojos negros la observaban con cariño.
- Davie, has venido a jugar...- Las lágrimas de la joven comenzaron a descender por sus mejillas para precipitarse luego al suelo.
Davie abrazó a su amiga con gesto cariñoso y le besó con suavidad la frente.
- No me volveré a ir... ahora que te he vuelto a encontrar...- Y sus labios bañados de las lágrimas de ambos se fusionaron en uno.

martes, 3 de marzo de 2009

*El último suspiro*

¿Quién iba a imaginar que todo iba a terminar ahí?
Mis ojos se cerraron en un intento agónico por evitar ver aquel rostro tan familiar.
El frío metal de la daga, la cual un día me perteneció, se hacía paso entre la carne de mi vientre mientras la sangre comenzaba a impregnar las manos de mi asesino.
-¿Por qué? - Apenas un susurro que desaparecía mientras mi cuerpo caía hacia atrás atraido por la madre Tierra.
Aquellos brazos que antes me habían apuñalado ahora me sostenían en un cálido abrazo, y antes de que mi alma abandonara mi cuerpo para volver al seno de Gaia, una última pregunta, que desapareció con mi vida.
- Hermano... ¿Por qué?- Y su llanto rompió el silencio de la noche.

Bienvenid@s

Me gustaría dar la bienvenida a todos aquellos que han entrado a este blog, tanto sea accidentalmente o no.
Llevo algún tiempo pensando en abrir un blog, no para contar cosas de mi vida (a nadie le importan), sino, para escribir mis cuentos, lo cierto es que siempre un pequeño mundo nace en la pantalla del ordenador o en los folios, acaban siendo olvidados en alguna bolsa de basura o en alguna carpeta que no volveré a tocar en años, por eso me he decidido a escribirlos aquí, para aquellos que quieran puedan conocer mi mundo de fantasía.
Dicho todo esto.
Bienvenidos a "Las palabras de la cuentacuentos".