Los más pequeños acompañados de sus madres se acercaban a los bufones y trovadores que llenaban las calles de canciones e historias. Los hombres participaban en las peleas que se celebraban en diferentes puntos de la localidad para demostra cual de todos ellos era el más fuerte. Los jóvenes aprovechaban las distracciones familiares y desaparecían de los lugares transitados, para encontrarse con sus amados.
La música envolvía las calles que resultaban ser un hervidero de ladrones que deseaban hacer un buen negocio. Las denuncias de robo se volvían habituales durante aquellas épocas, pero mucho de los delincuentes jamás eran capturados.
La encapuchada avanzó por la ciudad hasta detenerse en una maltrecha taberna, en la que se adentró con paso lento. Un rápido movimiento y la capucha cayó hacia atrás dejando escapar una larga melena pelirroja en enormes rizos.
- ¿Ya has vuelto Aira? Hoy es uno de los días que más trabajo tenemos en el año y ¿ya has regresado?- La joven alzó la mirada y observó detenidamete a la tabernera.-
- Tengo suficente por hoy.- Aira hizo resonar con suavidad las bolsas llenas de oro que había conseguido en la mañana.- Igualmente ahora iré a jugar al poker.
- ¡Que tiemblen las mesas de las tabernas! ¡Ahí va Aira!-
La joven pelirroja suspiró y pidió un vaso de leche, ya que no le gustaba el alcohol y la última vez que lo había probado... Un recuerdo la hizo temblar intentando olvidar ese recuerdo mientras se alejaba a una de las mesas escondidas en las sombras, lejos de las llamas de la chimenea.
Cuando salió a la calle fue la primera vez que le vio, los clamores envolvieron la plaza cercana a la taberna.
- ¡Es el quinto!- Gritaba alguien entre las multitudes.
Aira se acercó curiosa y lo observó, aquel joven tenía un cuerpo fuerte y en su rostro se mostraba una sonrisa fría, parecía que sabía desde un principio cual iba a ser el destino de la siguiente pelea. El golpe del cuerpo al chocar al suelo fue sonoro y estuvo acompañado por un "uhhhh".
Aira aburrida de aquellas absurdas peleas se colocó la capucha y avanzó mientras preparaba varios ases en su capa.
