martes, 3 de marzo de 2009

*El último suspiro*

¿Quién iba a imaginar que todo iba a terminar ahí?
Mis ojos se cerraron en un intento agónico por evitar ver aquel rostro tan familiar.
El frío metal de la daga, la cual un día me perteneció, se hacía paso entre la carne de mi vientre mientras la sangre comenzaba a impregnar las manos de mi asesino.
-¿Por qué? - Apenas un susurro que desaparecía mientras mi cuerpo caía hacia atrás atraido por la madre Tierra.
Aquellos brazos que antes me habían apuñalado ahora me sostenían en un cálido abrazo, y antes de que mi alma abandonara mi cuerpo para volver al seno de Gaia, una última pregunta, que desapareció con mi vida.
- Hermano... ¿Por qué?- Y su llanto rompió el silencio de la noche.

No hay comentarios:

Publicar un comentario